facebookEsta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.

EPICONDILITIS

LESIONES DEL CODO

EPICONDILITIS

¿Qué es la epicondilitis?

Con este término designamos el dolor que aparece en la cara externa de la articulación del codo, que puede tener orígenes diversos y que se pueden provenir generalmente de cuatro entidades patológicas bien diferenciadas:
• Entesitis de inserción de los músculos epicondíleos, que es la entidad más frecuente y que describiremos a continuación.
• Afectación de la articulación húmero-radial, producida por los movimientos repetidos de flexoextensión y pronosupinación que pueden provocar a nivel del cartílago articular una alteración similar a los cuadros descritos de condromalacia en otras articulaciones. Si hay sensación de bloqueo o de resalte pensaremos en esta afectación.
• Compresión neurológica, sobre la rama posterior del nervio radial, que puede verse comprometido por el músculo supinador corto durante la ejecución de los movimientos del golpe de revés que son los de hiperextensión, pronación completa y/o supinación.
• Dolor irradiado de origen cervical. Los saques violentos, el smash, pueden producir a la larga una alteración en los segmentos C5-C6 o C6-C7 que ocasionen una irritación de las raíces C6 y C7. La presencia de parestesias nos harán sospechar una afectación neurovascular.

¿Quién la padece con más frecuencia?

Aunque afecta sobre todo al tenista, puede presentarse también en otros deportes tales como el golf, el lanzamiento de jabalina, el béisbol o en cualquier deporte que precise un grasping potente. Puede aparecer también fuera del medio deportivo, en relación con trabajos manuales (atornillamiento, martilleo).

Afecta especialmente al deportista de alrededor de 30 años (la prevalencia asciende al 50% en mayores de 30 años, con un valor máximo entre los 35 y 50 años). Aumenta con la edad y la duración de la carrera deportiva. Afecta más a jugadores aficionados que a profesionales y de igual forma a mujeres y hombres.

¿Hay factores que pueden favorecer su presentación?

Existen una serie de factores favorecedores, especialmente típicos en el tensita, tales como:
• Modificaciones en la técnica del juego por: actividad deportiva inhabitual, vuelta al entrenamiento después de una interrupción más o menos larga y cambio de la superficie de juego habitual.
• Material inadaptado por: alteraciones en la raqueta (dura; demasiado pesada; mal equilibrada; grip de mala calidad, liso; cordaje con tensión excesiva, más de 20 kg; área de la raqueta demasiado grande) y/o alteraciones de las pelotas (sin presión).
• Técnica de juego incorrecta por: mala colocación para recibir la pelota, centrado incorrecto de la pelota sobre la raqueta, insuficiente acompañamiento del revés o del saque, revés con codo tenso y muñeca en extensión).
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico es clínico y se basa en la anamnesis y en la exploración clínica. La sintomatología se manifiesta mediante un dolor en la cara externa del codo que irradia frecuentemente hacia el antebrazo y la mano. Al principio, el dolor aparece durante la práctica deportiva para, progresivamente, desencadenarse con los gestos insignificantes de la vida cotidiana: girar una llave, apretar una mano, sostener una botella, etc..

En la exploración clínica, la inspección no revela ningún cambio local en el epicóndilo, la movilidad del codo es siempre normal en cuanto a la pronosupinación y a la flexión, pero a veces está discretamente limitada por el dolor al final de la extensión. La palpación precisa de la cara anterior del epicóndilo despertará un dolor vivo. El movimientos de varo forzado desencadena dolor. El estudio de los movimientos resistidos efectuados sobre el codo extendido produce un dolor en la extensión contra resistencia de la muñeca, sobre todo a nivel del tercer radio. Con el codo en flexión, la supinación contra resistencia evidencia una afectación del supinador corto. En caso de negatividad de estas maniobras puede proponerse una prueba muy simple (prueba de la silla) que consiste en pedir al paciente que levante una silla, asiéndola por el respaldo, con el codo en extensión. Esta maniobra resulta imposible, incluso en las formas leves de epicondilitis, por el intenso dolor que desencadena. La tensión pasiva de los músculos epicondíleos por extensión-pronación del codo asociados a una flexión-pronación e inclinación cubital de la muñeca, despiertan también el dolor, mientras que la flexión de la muñeca y la desviación radial son indoloras.

En relación a las exploraciones complementarias, la ecografía permitirá observar un engrosamiento en la región de los músculos epicondíleos y, de forma ocasional, se pueden ver pequeñas microcalcificaciones.

¿Cómo se trata?

El tratamiento consiste, una vez eliminados en lo posible los factores favorecedores, en imponer un reposo deportivo durante tres semanas, asociado a: analgésicos por vía general, masaje transverso profundo (tres sesiones semanales) y fisioterapia antiálgica. En caso de fracaso, se podrá recurrir a las infiltraciones locales con corticoides (un máximo de tres con 10 días de intervalo entre cada una). Este tratamiento se puede complementar con la colocación de una ortesis o de un vendaje funcional que asegure una posición acortada de los músculos epicondíleos con inclinación radial de la muñeca. En caso de fracaso del tratamiento propuesto, puede considerarse una inmovilización con yeso mediante férula posterior. Al paciente debe enseñársele un programa de ejercicios activos (dentro de los límites del dolor), estiramiento y entrenamiento de la fuerza.

Si fracasa el tratamiento conservador, puede proponerse una intervención quirúrgica consistente en la tenotomía de los músculos epicondíleos, reemprendiendo la práctica deportiva tres meses después.

¿Cómo evoluciona?

El pronóstico es generalmente bueno (50-70% de curaciones), aunque los mejores resultados se observan en los casos de inicio agudo debido a un desencadenante específico y tratamiento rápido.

¿Cómo puede prevenirse?

La prevención se realiza mediante:
• Utilización de materiales ligeros para la fabricación de las raquetas y que amortigüen mucho el impacto de la bola.
• La reducción de la tensión del cordaje.
• La utilización de un grip o empuñadura acorde con cada deportista.
• La realización del revés a dos manos.
• Golpeo correcto de la pelota y en el momento adecuado.
• El hombro y la totalidad del cuerpo deben tomar parte en cada golpe.
• Buen trabajo de piernas para que el jugador se acerque a la pelota correctamente.
• La superficie de juego debe ser lenta para disminuir la velocidad de la pelota.
• La pelota debe ser ligera. Las pelotas mojadas o muerta son pesadas.

Federación Española de Medicina del DeporteFederación de Fútbol de Castilla la ManchaReal Federación Española de FútbolprodeporMedyPlanaemefimucot

En este sitio web utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y ofrecer una mejor experiencia de usuario. Más información sobre cookies consultando nuestra política sobre cookies..

Acepto cookies de este sitio web.